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Éxitos de la lucha.

Publicado en Camino al andar, 25 de mayo de 2021

Foto: Inés Durán Matute



Los zapatistas utilizan la noción de “grietas” para referirse a las pequeñas pero significativas conquistas que se logran mientras se derrumba todo el muro del sistema, triunfos reales en lo que se llega al triunfo que se imagina.


He aquí algunas grietas que dejan pasar la luz del mañana, tomadas del libro Justicia Autónoma Zapatista. Zona Selva Tzeltal, de la recordada Paulina Fernández Christlieb, escrito a partir de testimonios de los propios protagonistas y publicado por Ediciones Autónom@s en 2014.


Democracia real: no es el individuo quien se postula, sino el pueblo quien lo postula.


Escribe Paulina Fernández Christlieb: “Desde la perspectiva de la Zona, miembros de la Junta de Buen Gobierno analizan en función de qué necesidades los pueblos escogen a sus autoridades y se refieren al compromiso con la lucha zapatista, a la obra de justicia frente a los privilegios y las injusticias que caracterizan a los gobiernos oficiales, además de insistir en cualidades personales, en todos los niveles mencionadas, como el respeto hacia el pueblo, asistencia y participación en las reuniones de trabajo, el cumplimiento de lo que se les manda, entre otras. En intervenciones amplias se suceden en el uso de la palabra para explicar cómo se llega a ser autoridad autónoma”.

Y comparte estos testimonios:

“—Cómo es, ora sí que no hay privilegios pues, nomás porque no hay… Cuando se elige no es porque la gente va a ver que es privilegiado esa persona para que represente la autoridad, ¡no!, si no que así como decía el compañero, es que aquí estamos haciendo nuestra autonomía porque ya hemos visto las injusticias que ha hecho el gobierno pues, en las comunidades indígenas, entonces pues ciertamente queremos buscar otro, lo estamos haciendo con la otra justicia, entonces nosotros dejamos bien claro que si nuestro pueblo nos elige pues a ser una autoridad, pues tenemos que hacerlo, pero el pueblo no va a buscar de que si hay privilegio o no, sino que, si el pueblo dice, tal compañero propone a la asamblea y la asamblea dice que vota por mayoría, entonces, pues tenemos que hacer ese trabajo… el respeto hacia el pueblo…compañero…

—Pero precisamente porque no es un privilegio, debe de tener características personales que pongan por delante, o sea, cuando en una asamblea alguien propone que sea, por ejemplo, la compañera, ¿qué razones da para que la compañera sea autoridad?

—O sea que la autonomía hacemos ejercer, este, no se escoge a la persona, o sea el compañero, pues, sino que el pueblo nos nombra porque tenemos un compromiso con el pueblo. Entonces el pueblo es lo que nos busca pues, nos elige para ser autoridad. Porque es nuestro palabra, nuestro compromiso con el pueblo y con la organización zapatista.

Páginas 127-128


Mandar obedeciendo.


“Aunque las bases de apoyo zapatistas pocas veces pronuncian la palabra democracia, constantemente están hablando de ésta porque se encuentra implícita en todos los actos que realizan ‘en colectivo’, en calidad de pueblo y de gobierno.

Lo colectivo ha estado presente de muchas maneras en la historia de las comunidades zapatistas. En los años más recientes, como ya se mencionó, cuando las tierras fueron recuperadas, el territorio autónomo fue repartido, no en pequeñas propiedades intelectuales, sino en poblados en los que el impulso a la organización para la producción colectiva ha sido fundamental para vivir en la resistencia. Mas el colectivo también interviene constantemente en la vida social y política de las comunidades: en el acuerdo sobre las características personales de quienes serán autoridades; en la elección de éstas en asambleas comunitarias; en el compromiso recíproco de autoridades y pueblos luego de la elección. El trabajo colectivo como norma general de funcionamiento se comprueba en la no existencia de cargos de gobierno unipersonales y en la relación horizontal —no jerárquica— entre autoridades de un mismo nivel, así como en la coordinación permanente entre los equipos de una comunidad o municipio y entre las autoridades de los diferentes niveles de gobierno autónomo”.

Página 178


Democracia directa y rotativa: la autoridad está en las bases.


“La rotación en los cargos es también un principio democrático del gobierno autónomo zapatista, no sólo porque es una decisión que han tomado los pueblos, ni sólo porque da oportunidad a tod@s por igual de ser autoridad, de aprender a hacer diferentes trabajos y de cambiar de nivel de gobierno, sino porque los obliga a mantenerse en contacto con sus pueblos y a mantenerse en contacto con sus pueblos y a conservar sus raíces comunitarias. Toda autoridad autónoma zapatista sabe que tarde o temprano va a reincorporarse a su comunidad, va a volver a ser base de apoyo como cualquier otro compañero, lo cual inhibe el despertar de la soberbia, de la prepotencia y de las tentaciones de la corrupción, tan comunes entre los efectos de los poderes institucionales. Es por esto que más allá de la vigilancia y la opinión de los demás, una razón de gran peso para hacer bien el trabajo es que: ‘Una vez cumplida su labor durante tres años, va a regresar como compañero, pero ya no es autoridad’”.

Páginas 189-190


Doctora en Ciencia Política, Paulina Fernández Christlieb inició en 1976 su trayectoria como profesora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, donde formó a numerosas generaciones. Autora del El espartaquismo en México (1978), ejerció la reflexión teórica y analizó de manera crítica el sistema electoral mexicano en obras como Elecciones y partidos en México (1986). El levantamiento zapatista cambió el rumbo de sus estudios. Armada de una pequeña grabadora, visitó los cuatro municipios autónomos zapatistas. El resultado fue una obra excepcional, Justicia Autónoma Zapatista. Zona Selva Tzeltal, publicado en 2014. Fernández Christlieb murió en 2020 en la Ciudad de México, a los 66 años.

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