Publicado en Camino al Andar
06 de Marzo de 2022
Después de una asamblea pública organizada por las redes Feministas Transfronteriza y EAST (Essential Autonomous Struggles Transnational), que reunió unas decenas de compañeras desde América Latina a Europa del Este en un proceso de diálogo y acumulación de saberes, alzamos las voces para llamar a la huelga y la mobilización feminista, transfeminista y antipatriarcal transnacional, ahora más que nunca contra las violencias que nos oprimen.
Durante los últimos años, las mujeres y las personas LGBTQIPA+ hemos luchado contra una intensificación de la violencia machista y de género, la precarización de la vida, las violencias contra los pueblos originarios, la represión policial, la criminalización de la protesta y las violaciones de derechos de las personas migrantes y refugiadas. En estos años, nuestras formas de resistencia se han reflejado en el avance de las luchas en distintos territorios, conquistando derechos y siendo oposición a la extrema derecha y las políticas neoliberales.
Hoy, ante el estallido de la guerra en Ucrania, queremos recordar que la guerra es el reflejo más explícito de las violencias del Estado, de la violencia patriarcal, racista, abilista y especista que se refleja en nuestros territorios y nuestros cuerpos. Seguimos denunciando la violencia estructural de las fronteras, viendo cómo los gobiernos de todo el mundo abren las puertas a les migrantes solo cuando les necesitan para suplir a la mano de obra y para los servicios de cuidados, o cuando pueden utilizarse como instrumento de negociación política, mientras que muches siguen sin permiso de residencia y sin seguridad social. Este año les feministes decimos huelga a la guerra, contra la OTAN y los intereses nacionalistas de Rusia. Nuestro movimiento movimiento feminista es antiimperialista. Les feministes somos insurgencia frente a la represión en Kurdistán, en Yemen, en Afganistán, en Palestina y en varios territorios del Abya Yala y seguimos luchando y defendiendo la libertad y autodeterminación de los pueblos.
Hoy, reiteramos la fuerza del movimiento transfeminista y el proceso de la huelga, como una práctica que nos permite encontrar conexiones entre nuestras diferentes luchas, articular las revueltas de nuestros territorios y construir un movimiento masivo y radical. Hoy reafirmamos que el proceso de la huelga es lo que nos permite retomar visibilidad colectiva y de seguir tejiendo colectivamente y transfronterizamente nuestra rebeldía. Nuestra huelga se articula en muchas formas diferentes y se expresará en acciones, manifestaciones, ocupación de los espacios públicos, huelgas de trabajo, reproductivas, de género y de consumo, porque diversas son nuestras condiciones y el lugar donde estamos, pero nos une un grito de rebeldía contra este sistema patriarcal, racista, especista y capitalista. Hoy llamamos a todas y todes a sumarse a un grito global contra la guerra el 8M. Una vez más no nos quedaremos callades, nuestra insumisión y lucha se escucharán, en contra de las violencias y de cada una de las opresiones que atraviesan nuestros cuerpos.
El 8M a las 20h acuerpemonos en las calles por un grito global.
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