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El Estado mexicano y la memoria de los de abajo (entre consultas y resistencias)

Por Fortino Domínguez Rueda[1] Publicado en Camino al Andar

15 de agosto de 2021.

Pintura de Camilo, Base de Apoyo Zapatista


La aporía que anida en el Estado-nación mexicano se caracteriza por pregonar igualdad para todos sus ciudadanos y al mismo tiempo, se identifica -a lo largo de dos siglos de existencia- una persistencia en el uso de la violencia “legítima” desde el Estado hacia la población en general, -acciones que fueron y son sustentadas con retóricas que justifican “el establecimiento del orden”- y de un racismo estructural que marca la vida social del país. Es bajo este contexto como nos preguntamos ¿es posible confiar en la consulta popular propuesta por las instituciones del Estado mexicano?


Para ello debemos recordar que arriba en el calendario del poder se pregona que en 2018 inicio una nueva fase en la historia independiente de México. Fiel a su razonamiento eurocéntrico la clase empresarial, política y sus simpatizantes se han comido la pastilla de la historia oficial y la divulgan como verdadera. Como en los mejores años del nacionalismo mexicano se sigue legitimando una visión lineal y colonial de la historia de México. Por tanto, es necesario romper con esas lógicas.


Abajo nosotros los pueblos que somos, lo tenemos claro: la Independencia de México no terminó con las relaciones jerárquicas de poder que se cimentaron durante los tres siglos de régimen colonial en relación con los pueblos indígenas, afros, así como los posteriores ciudadanos que se identifican como mestizos. Si bien podemos hablar de un momento pos-colonial en términos temporales y cronológicos, que para el caso mexicano corresponde a la etapa pos-independiente y que ahora nos han dicho se estructura en cuatro etapas históricas (independencia, reforma, revolución y 4t) es evidente que a raíz de la independencia se puso en operación un proceso de re-producción y re-organización del anterior colonialismo ibérico, de ahí la necesidad de utilizar el concepto de colonialidad, mismo que puede ayudar a “trascender la suposición de ciertos discursos académicos y políticos, según los cuales, con el fin de las administraciones coloniales y la formación de los Estados-nación en la periferia, vivimos ahora en un mundo descolonizado y poscolonial” (Santiago Castro & Ramón Grosfoguel, 2007, p. 13). De esta suerte, la neolengua de la 4t se caracteriza por acudir a la historia eurocéntrica para su legitimación, por estructurar una ofensiva retorica que tiene en el desarrollo su pivote fundamental, así como de dar continuidad al proyecto racial del mestizaje. En México no solo sigue el proceso de colonización, es justamente el Estado, sus instituciones, la academia y los partidos políticos quienes más lo alientan y lo accionan.


Hace unas semanas los pueblos mayas zapatistas hicieron un llamado a nivel nacional para participar en la consulta popular y nos expresaron “Participe en la llamada Consulta Popular. Si no quiere que su sentir sea usado por unos u otros, no vaya a la casilla. Grite, raye, pinte, cante, baile, haga gestos, guarde silencio, camine, corra, quédese quieto. Usted decida qué y hágaselo saber a las víctimas. Y hágalo después del 1 de agosto… todo el año y los años que siguen”. http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2021/07/25/por-que-si-a-la-consulta-y-si-a-la-pregunta/


Los zapatistas nos invitan a que nos pensémonos más allá de ese domingo 1 de agosto. En otro comunicado los zapatistas nos dicen “Hay que entrarle, no viendo hacia arriba, sino mirando a las víctimas. Hay que convertir la consulta en una consulta “extemporánea”. Esto con el fin de que así arranque, independiente de los de arriba, una movilización por una Comisión por la Verdad y la Justicia para las Víctimas, o como quiera que se llame. Porque no puede haber vida sin verdad y justicia” http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2021/07/16/la-extemporanea-y-una-iniciativa-nacional/.


Pensarnos más allá del calendario de arriba, implica recordar a nuestros propios muertos y ponerlos en perspectiva con todas las victimas de ayer y hoy que transitan por este territorio llamado México. De igual forma, es una oportunidad para transgredir las lógicas electorales del supremo y de esta forma construir una propuesta nacional por la verdad y la justicia. Por último, los zapatistas nos invitan a conservar la memoria de agravios que cada pueblo, comunidad, barrio, familia y colectivo han sufrido en el marco de existencia del Estado-nación mexicano. Por ejemplo, en el caso de los zoques del norte de Chiapas nosotros exigimos verdad y justicia para saber ¿Cómo actuaron las instituciones del Estado mexicano durante las erupciones del volcán Chichonal en 1982? Necesitamos saber ¿Por qué impidieron la evacuación a través del Ejército? ¿Por qué tuvieron que morir 2 mil zoques? Se llegó la hora de conocer cómo y por qué sucedieron los hechos que generaron la baja demográfica de los zoques del norte de Chiapas. Si todos juntamos nuestros agravios nos daremos cuenta de cómo la historia de este país está llena de sangre. Ni perdón ni olvido. Castigo a los culpables.


[1] Zoque de Chapultenango, Chiapas, México. Historiador y antropólogo. Miembro del Centro de Lengua y Cultura Zoque. https://fortinodr.wordpress.com/

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