Publicado en Zona Docs
14 de junio de 2024
Por Vanessa Briseno
La idea detrás del documental “La Garde Blanche” (o su título en español, “La guarida blanca”), surgió a partir del trabajo previo del director Julien Elie en su producción del 2018 “Soles Negros”, donde aborda lo complejo de la problemática de los feminicidios y las desapariciones en el contexto de la violencia en México.
El documental destaca cómo la violencia y el despojo territorial están vinculados a intereses de empresas extranjeras, organizaciones criminales y corrupción gubernamental. A través de imágenes impactantes y testimonios de los protagonistas, Julien Elie presenta una visión cruda de las luchas cotidianas en estas comunidades.
A pesar de los riesgos y desafíos durante el rodaje, el director está comprometido en visibilizar estas historias. “La Guardia Blanca” se estrenó en México el pasado 24 de mayo durante el festival de cine Ambulante, bajo la distribución de Pimienta Films.
Por Vanessa Briseño / @nvervb
Fotografías cortesía Pimienta Films
El documental “La Guardia Blanca”, dirigido por Julien Elie, surge del trabajo previo del cineasta en “Soles Negros”, un filme de 2018 que explora la problemática de los feminicidios y las desapariciones en México. Julien, durante su investigación y visitas a diversas zonas de conflicto, observó la devastación provocada por empresas extranjeras, especialmente mineras, en las comunidades de dichas áreas. Este contexto de explotación y despojo motivó la creación de “La Guardia Blanca”, que busca plasmar visualmente las experiencias y la resistencia de las personas afectadas por estos proyectos extractivistas.
“Tras investigar y a pasar muchos meses en el país, al trabajar en este tema (feminicidios y desapariciones) me encontré muchas veces a esos problemas, a esos temas de robo de la tierra, de devastación de las violencias contra campesinos contra comunidades indígenas, muchas veces, entonces de los más vulnerables”, compartió Julien Elie para ZonaDocs.
Como parte de la elaboración de “Soles Negros”, Julien y su equipo visitaron diferentes zonas en contexto de conflicto México, especificamente, en el estado de Guerrero:
“Vi unos hoyos enormes en la montaña y que estaban como minera, una empresa canadiense que se estaba comiendo la montaña y que yo quería entender cómo puede una empresa que tiene su oficina principal en Toronto, en Vancouver y que mientras están haciendo su su labor en en zonas de guerra en donde no hay vida (…) donde solo se escucha el ruido de las máquinas de esas empresas entonces como si nada”.
Para Julien fue impactante visitar una zona desolada, cuyas tierras son controladas por empresas extranjeras que explotan el suelo, por lo que, ante las imágenes que él mismo presenció, surgió la idea de producir “La guardia blanca” bajo su particular visión de trabajo.
Grabación del documental “La Guardia Blanca”, aparece Julien Elie, cineasta y director.
“Yo trabajo con imágenes más que con discurso, mi intención no es de cambiar el mundo, mi intención no es convencer con cifras o con testimonios, es más como compartir una visión, compartir lo que vi, compartir mi sensaciones al pisar en esos cerros con esos protagonistas que viste en la película”, aseguró el director canadiense.
El documental, profundiza sobre los ecocidios cometidos entre empresas extranjeras, organizaciones criminales y el gobierno mexicano para despojar a las personas de sus tierras y explotar los recursos naturales. Esta situación, ha llevado a las personas habitantes de las zonas afectadas por el desplazamiento forzado a crear redes de apoyo para resistir ante un fenómeno que ataca directamente sus vidas.
“En el caso de Chihuahua, fuimos a grabar hace tres años, en la película un protagonista dice que su familia está esperando desde casi 3 años de regresar a su tierra, que el gobernador les prometió que iban a regresar en dos semanas (…) Hace más de 5 años que todavía están esperando (…) tienen miedo, viven en miedo porque ahí mismo en esa ciudad en donde están los sicarios los buscan”, comentó Julien.
Dentro de una situación que atenta contra el bienestar de las personas, Julien expresó que quienes son víctimas del desplazamiento forzado cuentan con el apoyo de diferentes actores que les dan acompañamiento y protección durante todo el proceso para recuperar su territorio, además de que existen mecanismos que se encargan de brindar protección tanto a activistas como periodistas frente a las amenazas. “Es una injusticia tóxica (…) como cineasta, justo quiero compartir eso”, agregó.
Los mecanismos de despojo retratados en el documental no son nada nuevos, pues hay un largo bagaje histórico donde se han replicado constantemente, “la destrucción de una vida cultural, de una historia, de una manera de vivir (…) y esos mecanismos de colonialismo creo que es la idea principal de La Guardia Blanca”, aseguró el cineasta.
Igualmente, el documental retrata cómo este fenómeno tiene diferentes aristas que incluyen a actores antagónicos diversos que juegan a favor de la problemática, ya que existen intereses en juego:
“La Guardia Blanca trata de un monstruo que no tiene una cara, tiene muchas caras, y esas caras una es a veces la amenaza que viene de funcionarios corruptos, a veces vienen de de grupos criminales, vienen de empleados de alguna minera. Y entonces es una nebulosas de todos esos grupos, entonces es muy difícil de decir de dónde viene la violencia, pero la pregunta siempre es a quién le interesa (…) a quién le conviene”.
Así mismo, Julien compartió que, como equipo, la producción de “La guardia Blanca” también se enfrentó a los retos planteados por el mismo contexto de la historia, pues gran parte del rodaje se realizó en zonas denominadas como “peligrosas”, en las cuales estuvieron trabajando sin ninguna protección del Estado y cuando la tuvieron no fue completa.
Pese a las dificultades durante el rodaje, los aprendizajes obtenidos durante la filmación fueron más grandes, “cuando estás afuera o lejos de esos espacios, parece que es imposible ir allí, te preguntas cómo la gente vive, parece imposible y al momento que tú entras en esas zonas bueno, hay una vida cotidiana normal (…) yo soy muy pesimista de manera general, pero gracias a conocer esa gente que tiene una fuerza increíble, eso te facilita todo (te motiva)”, expresó Julien.
Por otro lado, Julien demostró estar feliz de que su trabajo sirva como referente dentro del archivo de las luchas que ha cubierto, como en “Soles Negros” y recientemente en “La Guardia Blanca”, sin embargo, su intención va alejada de cambiar al mundo pues él mismo no se define como un activista, puesto que, reconoce que “su labor es distinta”:
“Es una película que la gente tiene que ver en sala, es una película inmersiva, no es un documental tradicional con voces y discursos que hablan contra o en favor de la minería, es más como la idea de acompañar a esa gente que está en esos cerros, en esos bosques y para que se enteren de esa realidad. Entonces es mi trabajo, mi labor es es nada más que de compartir esas historias”, finalizó el director.
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